“Nunca olvides de sonreír porque el día que no sonrías, será un día perdido. Nada es imposible”. Esa frase la lleva a rajatabla Nuria Marqués, un diamante de la natación española
que derriba barreras con su tenacidad, competitividad y garra. A los 3
meses ya chapoteaba en una piscina cuando sus padres la llevaron por
recomendación médica. Pocos preveían entonces el potencial de la
pequeña. Con 9 competía con personas sin discapacidad y ahora, con 17
recién cumplidos, es una de las esperanzas del deporte paralímpico
español.
La joven de Castellví de Rosanes
(Barcelona) debutó en 2014 en Eindhoven en su primera cita continental
con 4 metales y el año pasado repitió el mismo número de medallas en su
estreno en un Mundial, en Glasgow. Hace unos días elevó el listón con 2 oros, 3 platas y 2 bronces en el Europeo de Portugal.
Su imagen en el podio con una presea al cuello y con el peluche de la
mascota del campeonato en la mano se repetía cada día. “En el aeropuerto
ya regalé algunos a mi hermano y a mis amigas porque no me cabían en la
maleta”, bromea.
La medalla más especial fue el oro en los 100 espalda, donde batió el récord de Europa (1:09.51).
“Desde siempre ha sido mi punto fuerte, mi mejor estilo y en los
entrenamientos hago mucho hincapié en ella. Había preparado muy bien
este campeonato para que se saliera lo mejor posible, pero no esperaba
conseguir los mejores resultados porque la exigencia ha sido máxima, con
un gran desgaste físico y mental”, asegura.
La catalana se olvidó de su poca
experiencia en grandes eventos internacionales, de estar ante las
mejores del mundo y sólo pensó en disfrutar en el agua como lo lleva
haciendo desde que con 9 meses la llevaron a la piscina. “El médico les
dijo a mis padres que la natación me ayudaría a fortalecer la espalda,
ya que nací con el fémur de la pierna izquierda más corto y no crecía de la misma forma que el de la derecha”, relata.
Tras varias operaciones, con 9 años le
amputaron el pie para colocar una prótesis para que pudiese andar bien.
Con su primer entrenador, Ricardo Blanco, competía en el Club Natació
Martorell con niños sin discapacidad, hasta que a los 11 conoció la
natación adaptada. “No pensaba en las medallas, solo en divertirme”,
recalca. Nuria nunca se sintió diferente al resto: “La clave para llegar a este nivel ha sido trabajar con compañeros que no tienen discapacidad,
nunca me vi inferior pese a no tener una pierna, siempre me han tratado
como a una más y eso me ayudó a tener confianza y a superar cualquier
límite”.
Confianza para los Juegos de Río
La nadadora del Equipo AXA de Promesas
Paralímpicas empezó a brillar bajo las órdenes de Juan Carlos Quevedo,
con quien entrena en el Club Sant Feliu. En el Europeo de Funchal fue
una de las reinas de la competición con 7 medallas. “En la mayoría de pruebas superé mis propias marcas y esto me da más fuerza de cara a los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro. Espero llegar al mejor nivel posible, consciente de que hay nadadoras muy potentes”, apunta.
Entre sus máximas rivales está Sarai
Gascón, una de las mejores del mundo en la categoría S9. “Cuando era
pequeña la veía por televisión ganar medallas y me fijaba en ella, ahora
nadar y competir con Sarai me da un plus de motivación para exigirme más”,
dice. Tímida fuera de la piscina, en el agua no se arruga ante nadie:
“Soy muy competitiva, siempre intento darlo siempre todo, aunque los
brazos ya no puedan más, nunca que me rindo y peleo hasta el final”.
Todo va muy rápido para Nuria, que ya
piensa en el momento de la ceremonia de inauguración de los Juegos en
Brasil. “Será una experiencia única e inolvidable. En abril competí en Río
y todo me pareció enorme, la piscina estaba muy bien, aunque faltan
cosas por acabar. Las sensaciones fueron buenas y cuando las gradas
estén llenas seguro que aparecerán los nervios porque es impresionante
el centro acuático”, cuenta. “Es un sueño el haber llegado a esta
situación con 17 años y noto un poco más de presión por ir a los Juegos.
No me obsesiono con las medallas, aunque sí sueño con subir al podio”, matiza.
En las próximas semanas doblará las
sesiones de entrenamientos para llegar en plena forma a la cita de
septiembre. “Ahora entreno 2 horas al día ya que estoy estudiando 1º de
Bachillerato Científico”, comenta. Nuria es muy polivalente y en Río
nadará los 100 espalda, 50, 100 y 400 libres, 100 mariposa, 200 estilos y
relevos con el equipo. “El nivel es alto pero me voy a esforzar al
máximo y voy a luchar para estar a la misma altura o mejor que mis
rivales. En el 100 espalda es donde tengo más posibilidades de medalla,
estoy cerca de la australiana Ellie Cole, que tiene récord del mundo
(1:08.67). Y en el 400 libres también estoy bien posicionada”, añade.
Serán los primeros Juegos para Nuria y los últimos para Teresa Perales, la deportista española más laureada con 22 medallas paralímpicas: “Es un modelo a seguir tanto en lo personal como en lo deportivo,
da ejemplo a los que estamos empezando en la natación por su constancia
y sacrificio. En cada concentración nos da mucho apoyo moral, es una
gran persona y lo que me resulta más destacable es que siempre está
feliz aunque le salgan mal las cosas. Me dice que disfrute de cada
campeonato”. Y eso hará en Río de Janeiro Nuria Marqués, una de las
esperanzas de la natación española.
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