
El Puerto de la Torre acoge una
carrera solidaria para recaudar fondos destinados a enfermedades raras
Jorge
Hernández Olea tiene once años y adora jugar a la consola, como
cualquier chico de su edad. Frente a ella «lo foga todo», y de mayor
«quiere ser una estrella de Youtube». Lo cuenta su madre, Isabel, que
intenta –como todas– racionar las horas que su hijo pasa frente a la
pantalla pero a quien en seguida se le olvida la teoría porque en la
práctica, en la cotidiana, Jorge es un niño «feliz». Y no será porque no
ha habido obstáculos en su camino. Muchas más pruebas a superar que las
que liquida Jorge a golpe de ‘clic’ en sus videojuegos, aunque las de
la vida real nunca terminan con el ‘Game over’. La que va sorteando este
chaval de Puerto de la Torre no tiene nada de virtual, y sí un nombre
tan raro como el de su enfermedad: ataxia-telangiectasia (AT).
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